Categoría: AUGMENTED REALITY
LES CORTS Y BARCELONA EN REALIDAD AUMENTADA
Nuevo ciclo de talleres y conferencias sobre arte digital y nuevas tecnologías. El primero se imparte en el Centro Cívico Trias i Peitx de Les Corts bajo el título “LES CORTS Y BARCELONA EN REALIDAD AUMENTADA”. En este taller práctico los alumnos podrán conocer todos los pasos para crear una realidad aumentada, se verán algunos usos prácticos de esta tecnología y se creará una pieza basada en el barrio barcelonés de Les Corts. Asimismo, se les acercará a las herramientas y recursos básicos para crear piezas inmersivas, animadas y multimedia con programas de uso abierto y gratuito. El taller es para alumnos de todas las edades y busca empoderar en el uso de nuevas tecnologías más allá del arte. MÁS INFORMACIÓN
Houda Bakkali: «El arte digital mira al futuro, sin olvidar el pasado.»
El arte digital, mira al futuro, sin olvidar el pasado. La realidad aumentada es una de las tecnologías que mejor ejemplifica este hecho y también el enorme potencial del arte digital. Es una tecnología sumatoria, reinventa historias y hace que crezcan en el tiempo. Es un nexo de unión perfecto entre generaciones porque es capaz de entusiasmar a todo el mundo por igual.
La realidad aumentada será una de las protagonistas de estos talleres en los que se verán sus usos mucho más allá del arte, pues es una potente herramienta de marketing y comunicación que permite potenciar el mensaje de nuestras creaciones y darles nuevas dimensiones. Asimismo, las nuevas tecnologías aplicadas al arte y la creatividad son sumatorias, permiten crear nuevas narrativas y también nuevas oportunidades a los artistas, a las instituciones artísticas y también al público en general. El arte digital y sus herramientas también conllevan nuevos retos como los que rodean a la inteligencia artificial o la Web3, muchos de estos retos se verán a lo largo de estos talleres y conferencias.
“Es un honor volver a Barcelona y poder compartir con el público algunas herramientas y procesos creativos para darle nuevas dimensiones al arte. Este taller es el primero de otros que impartiré en Barcelona sobre nuevas tecnologías dentro de espacios públicos, acercando estos nuevos conceptos a algunos de los barrios más emblemáticos de la Ciudad Condal. Una de las labores que más me apasionan de mi trabajo es poder compartir con la gente el paso a paso del proceso creativo. El arte adquiere entonces una dimensión mucho más especial, más cercana y útil. Se conecta con el público de una manera diferente, más personal. Los artistas nos convertimos en facilitadores de la creación y eso me resulta muy motivador.
París, je t’aime
París es como tener una ilusión y poder vivirla. Cuando llego ya tengo nostalgia porque no quiero abandonar sus calles nunca. Y en París hasta parece que no estamos a una llamada de distancia del mundo. Es como la felicidad, pero que dura más que un suspiro y no todo es batalla ni final ni renuncia ni oscuridad, es un bolero, un encuentro, un amor furtivo recordado con cariño, un paseo por el Sena, comer cosas ricas, es el tiempo recobrado de Proust, Le Procope, Le Marais, subir andando a lo más alto de la Torre Eiffel, darse besos apasionadamente, los chocolates de Maxim’s, brindar por las cosas pequeñas, hacer el amor sin que pasen las horas, caminar por Le jardin des Tuileries un día de lluvia, el olor de los libros antiguos y las boutiques de Avenue Montaigne, un reencuentro sin despedida. Ver Opera desde el mirador de Lafayette, las crepes de Le Fouquet’s, dejar un mensaje anónimo en Shakespeare & Co, las noches de gin tonic en el Buddha-Bar, las comidas judías en Chez Mariano y los postres con sabor a Tel-Aviv en Murciano Patisserie, una Orangina frente al Pompidou, esconderme en Passage des Panoramas, Ladurée Paris Royale, los petit pan de pistachos, chocolate y almendras en una calle cualquiera cerca de Panteón, té moruno en el Marché des Enfants Rouges, mis exposiciones en el Carrousel del Louvre, con la energía cercana de la Victoria alada de Samotracia.

París es un día de picnic frente a Notre Dame y ahí hasta cambio el cava por el Champagne. En verano, helados de muchos sabores, pasear por Barrio Latino, abrir los brazos y acariciar con las dos manos La Rue du Chat-qui-Pêche, releer «Carne y Piedra» frente a la Fontaine Saint-Michel, visitar la librería TASCHEN y abrazar sus libros gigantes, volver a una perfumería sin nombre en Odeon para oler ese perfume de vainilla de intensidad perfecta. Recorrer el Boulevard Barbès hasta Pigalle y perderme sin remordimientos. Ir a una estación de tren cualquiera, ver a las gentes que van y vienen, y hasta coger un tren sin pensar dónde y acabar en Saint-Malo, Mont-Saint-Michel o bajo el sol de Aix-en-Provence. El pan de higos de Les Philosophes, las meriendas en Les Deux Magots. Despedir el año con bandejas de ostras y mariscos. París presume de lo que sí tiene. Lo vulgar no existe. Los deseos se despiertan y la euforia por la vida no acaba nunca, apasionada y romántica.
Elijo Paris cuando huyo, cuando todo no va bien. También elijo París cuando me encuentro, cuando todo sí va bien. Elijo París antes que la fama, que la gloria, que la riqueza, que el poder, que el amor, que la amistad, que la compañía. Incluso antes que el arte. En París no hacen falta las palabras. Y todo existe, es real. París no hay que soñarlo porque se deja tocar y sentir, y hasta merece un “te quiero” desde dentro, desde el alma, un “te quiero” ideal, perfecto, eterno, definitivo y en todos los idiomas, incluso en esos idiomas de la imaginación que los humanos aún no hemos inventado.
El arte de lo extremo
Creo espacios para el arte de un solo extremo, el extremo de lo extremadamente bonito. Arte muy elaborado, hecho con tiempo, con cariño, con mucha pasión y mucha simetría, perfectamente perfecto, sereno y entusiasta, capaz de cambiar para hacer más bella la realidad y aumentar sus formas apetecibles y sus colores infinitos. Arte de lo alegre. Que observa, que sabe escuchar, que sabe comunicar y construir, que tiene técnica, tecnología, mucho corazón y que sabe recrear el mundo de mil formas diferentes, todas amables y cariñosas, las únicas formas capaces de perdurar y convencer. Con estilo propio. Libre. Mi obra busca unir, divertir, contar historias sencillas, abrirse a todo y a todos, ser tan universal e infinita que las horas del tiempo se vivan intensamente y sean una fiesta que dure siempre.
