Me he criado en uno de los barrios más castizos y multiculturales de Madrid y no hubo verano que no visitara con mis padres Barcelona. Un binomio perfecto. Años más tarde, volví para completar mi especialización en Comunicación Científica, más específicamente en comunicación médica, a través de la voz y el conocimiento de algunas de las figuras imprescindibles de la ciencia. Puedo presumir de haber aprendido y compartido ideas con algunas de personalidades catalanas más brillantes de la Medicina.
De ellos, de mi experiencia en el mundo de la comunicación médica, aprendí varías cosas. La primera que la Medicina es la más humana de todas las ciencias. También que lo que se desconoce no existe y la ignorancia no ayuda al conocimiento. Aprendí que los contenidos son de calidad solo cuando aportan utilidad y compartirlos supone enriquecer nuestro entorno. Por supuesto, aprendí que en la Ciencia sólo caben los hechos.
Profundizar en este campo tan humanista y hacerlo en un entorno marcado por el Modernismo, por los colores del Mediterráneo, por las calles del Gótico, por el eclecticismo del Raval y por la majestuosidad de la Sagrada Familia, no pudo más que enriquecer mi obra y también mi visión global de la vida. Barcelona es una ciudad que siempre me ha abierto las puertas y lo ha hecho con el cariño de los más grandes.
Este año he tenido la gran suerte de compartir mi obra y mi proceso creativo a través de las nuevas tecnologías. De volver a hacer divulgación, pero ahora de la “ciencia” del arte. Y a hacerlo durante tres meses en 6 centros cívicos del Ayuntamiento de la Ciudad Condal. Exponer en Barcelona supone traer mi obra a una de las capitales mundiales del arte, el diseño y la creatividad. Supone acercar mi trabajo a espacios públicos para compartir herramientas, conceptos, contenidos útiles y generar debate, fomentando la democratización del arte. Gracias al Ayuntamiento de Barcelona, a Cultura Digital de la Generalitat de Cataluña, a todos los medios de comunicación y al magnífico público que ha llenado cada una de las exposiciones y talleres que durante estos tres meses he podido impartir en los 6 centros cívicos. Gracias Barcelona por el cariño y la profesionalidad. Gracias por hacer de este encuentro una experiencia simplemente perfecta. Barcelona es una ciudad que siempre me ha abierto las puertas y lo ha hecho con el cariño de los más grandes. Mucha clase.