El arte digital es una apuesta por una infinidad de combinaciones posibles que hacen que las obras de arte se regeneren, crezcan, maduren, vayan y vuelvan. Que, en definitiva, evolucionen con el paso del tiempo, rompiendo la barrera de la inmovilidad y la versión estática del mundo. La intervención de herramientas digitales en el proceso creativo suma valor a la obra, la enriquece, hace que sea más apetecible y versátil, sorprendente, festiva e infinita. Subrayando el concepto, la creatividad y el alma de cada obra.